Un Niño Llorando
Según se escribió en los libros antiguos, generalmente los profetas eran gente del desierto que llegaban predicando un mensaje a las ciudades, trataban de convencer a la gente de que debían cambiar su forma de vivir.
A veces los convencían temporalmente, pero al tiempo el mercadeo, las ocupaciones de la vida cotidiana y otras cuestiones hacían olvidar el mensaje recibido y nuevamente la rutina y la ambición se potenciaban en la mente de los hombres y mujeres, que irían nuevamente en la búsqueda de conquistas, tierra nuevas; aunque el costo fuera elevado al guerrear para apoderarse de esas riquezas; lo lamentable es que eso ocurría cuando el humano comenzó a trasladarse de un lado a otro siguiendo animales para matar y alimentarse, hasta que mejor armado se dio cuenta que también podía vencer a otros humanos y apoderarse de sus cosas, se fue transformando en un guerrero y conquisto, sometió; nada parecía detenerlo, hasta que llego un tiempo de evolución intelectual; de conquistar el espacio, la técnica, la medicina y el avance científico fue notable.
Parecía ser que la lección aprendida luego de dos guerras mundiales habían sido suficientes para no volver apoyar actividades guerreras y violentas; pero nos equivocamos, hoy en pleno Siglo XXI, las bombas destruyendo el pueblo de Ucrania nos retrotraen al hombre semi-bestia de las cavernas.
Hoy en la televisión un niño llorando es el nuevo profeta menos pensado, pero muy necesario para concienciarnos en la necesidad de pedir el fin de todos los conflictos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario